Debate internacional sobre la tensión turística en Barcelona
- Medios extranjeros airean la masificación y los planes restrictivos del nuevo gobierno
"Soy productor de radio de la Canadian Broadcasting Corporation. Mi programa, The Current is Canada's, es el más escuchado de los programas de entrevistas de radio. Cerca de 1,25 millones de oyentes nos sintonizan diariamente. Esta semana nuestro programa va del hacinamientoturístico en Barcelona y nos encantaría hablar con usted acerca de esto". Este es el mensaje de correo traducido del inglés que ha recibido estos días la doctora en Antropología Social y especialista en la dimensión social del turismo Saida Palou. Y no es la única experta que ha recibido la llamada de medios de comunicación extranjeros interesándose por los problemas turísticos de la ciudad y el modo en que piensa abordarlos el nuevo equipo de gobierno de Ada Colau.
Desde que la agencia de noticias norteamericana Bloomberg lanzó el titular "Barcelona's Mayor to tourist: go away" (La alcaldesa de Barcelona a los turistas: marchaos) a principios de junio -casi dos semana antes de que Colau asumiera el cargo-, el goteo de noticias internacionales ha sido constante: desde titulares como "Las hordas de turistas de Barcelona son el blanco de la nueva alcaldesa radical Ada Colau" de The Guardian, hasta el "Nadie va más allí, está demasiado lleno de gente" de The Economist, pasando por el "Barcelona: una víctima de su propio éxito turístico", titular con el que la conductora del programa The Current que escribió a Saida Palou abrió su espacio de debate. Noticias que han suscitado muchos comentarios (el artículo de The Economist, por ejemplo, lleva generados más de medio millar) entre sus lectores, que ponen el foco en la masificación de determinados lugares de la ciudad, en la tensión con los vecinos y en los planes de reorientación del turismo del nuevo equipo de gobierno. ¿Hasta qué punto estos impactos, muchos de ellos expresados en tono negativo, pueden dañar la imagen y la marca turística de Barcelona?
"El resultado de esos impactos de noticias sobre el turismo puede ser ambivalente. No creo que se pueda destruir una marca, pueden devaluarla en cierta manera, pero también hacen que se cree un mayor interés por una ciudad que no hace más que poner de manifiesto con esas noticias que tiene vida, que hay presiones y tensiones, que no es una postal donde nada se mueve y todo es bonito. Todo ello también contribuye a reforzarla", opina Saida Palou, profesora en la Universitat de Girona y estudiosa del turismo de Barcelona desde que lo convirtió en el tema de su tesis doctoral.
Para Palou el principal problema de estos titulares, además de que pueden ejercer el efecto contrario al disuasorio y atraer a más turistas si cabe, es que añaden más tensión en un terreno ya muy abonado. "Son noticias que alimentan aún más la percepción negativa del ciudadano por el turismo. En Barcelona tenemos un histórico respeto a la mirada crítica del vecino por el turismo que comienza a aflorar con el Fòrum de las Cultures, una irritación que se pone de manifiesto en frases como 'los lugareños se quejan de todo, desde el ruido y la basura hasta la subida de precios inmobiliarios'", según recoge The Economist en un artículo en su sección de viajes.
"Dejan claro que hay una irritación respecto al turismo, que hay una fricción, aunque sólo sea por parte de algún sector de la población. Dar la sensación de que la población local está en contra del turista puede desincentivar el turismo y a los operadores", reflexiona Jordi Ficapal, director del Observatori de Turisme Responsable de la Facultat de Turisme Sant Ignasi de la URL. "No digo que tenga impacto inmediato, pero si a estas noticias se suman ahora otras con medidas limitadoras del turismo, que pueden ser muy legítimas, esta imagen de fricción tomará consistencia y la gente no quiere ir allí donde no se siente bien recibido", añade.
Las expectativas que se han propiciado con la entrada del nuevo gobierno hacen que todas las propuestas hechas en campaña electoral tomen ahora relevancia. "Hasta ahora se había hablado mucho de la necesidad de un cambio, pero ahora ha habido alguien que lo ha puesto en un programa y que va a por ello. Ese cambio político, unido al hecho de que Barcelona es una ciudad global y que este es un sector clave para la ciudad, hace que este tipo de noticias tengan trascendencia y que incluso se magnifiquen", plantea Juan Carlos Belloso, experto internacional en la gestión de la imagen, la promoción y el desarrollo de territorios y destinos, fundador y director de Future Places. "A los inversores les puede suponer un compás de espera, pero no un freno. El que tiene pensado venir lo seguirá pensando, aunque las políticas puedan ser más restrictivas o más complejas", añade.
La atención que ponen los medios internacionales en el nuevo gobierno es el aspecto más destacado para Jordi Calabuig, experto en geografía del turismo mundial y director de la Fundació d'Estudis Superiors d'Olot. n ejemplo lo aporta la agencia de noticias Bloomberg al afirmar en su artículo que "la nueva alcaldesa dice que el aumento del turismo está haciendo la ciudad inhabitable para sus 1,7 millones de habitantes" y que "se desarrollará un plan para asegurar que Barcelona no termine como Venecia". "Este tipo de noticias centran la atención en ellos -dice Calabuig, refiriéndose al equipo de la alcaldesa Ada Colau- y les pondrá presión. Tendrán que ser más pragmáticos, ponerse las pilas y concretar pronto las cosas; demostrar que lo que quieren hacer es viable, que son serios".
La marca turística de una ciudad cuesta años de trabajo para que arraigue en el imaginario del viajero. "Barcelona tiene fuerza e inercia para que no la afecte a corto plazo, y seguirá así dependiendo de las decisiones que se tomen, y eso está aún por ver. El turista seguirá viniendo hasta que no perciba de verdad que hay una política agresiva en contra de él o que los vecinos se conviertan en agentes agresivos", alerta Belloso.
Antonio Paolo Russo, profesor de turismo de la Universitat Rovira i Virgili y director de Investigación en el Parc Científic i Tecnològic de Turisme i Oci, va más allá: "La repercusión negativa que puede provocar este tipo de noticias en la marca Barcelona ya estaba en los hechos. Las fotos de la Barceloneta del año pasado hicieron mucho daño, pero Barcelona tiene una marca lo suficientemente potente para que se vea afectada por este tipo de noticias, que pueden ser disuasorias para algunos mercados y ejercer como desmarketing para mercados que no aportan nada".
Más crítico es Toni Puig, especialista en gestión cultural y marketing urbano. Él dedicó 32 años a afinar el modelo Barcelona, una marca "muy arraigada y consolidada, pero una marca blanca: los precios están bien, no es una ciudad violenta, está de moda¿, pero le falta fuerza. Es el momento de reinventarla y ese nuevo modelo pasa por convertirla en la capital de las ciudades del Mediterráneo, que es el punto geoestratégico más importante del mundo".
Los expertos coinciden en que la solución no será fácil. "El discurso debe ser claro y el mensaje que no puede calar es que Barcelona no es friendly con los turistas", advierte Belloso. "Si Barcelona se gana la fama de antiturística, la prensa lo aprovechará y las ciudades que le son competencia, también", concluye.
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